domingo, 18 de septiembre de 2011

♥ F.


Le echo de menos, y le echo de menos más que a cualquier otra persona ahora mismo.
Me saca las sonrisas de veinte en veinte, de segundo en segundo, de oreja a oreja.
Hace que cualquier otra persona se convierta en cero si él está a su lado.
Hace que mi cara se torne de esos perfectos tonos rosados, esos que me dan aún más alegría, que me obliga a ruborizarme por las palabras que utiliza cuando habla conmigo, que me hace más feliz de lo que en mucho tiempo había estado.
Echo de menos su piel, me falta su boca, extraño sus ojos en frente de los míos.
Echo de menos la forma que tenía de cogerme, y no soltarme hasta conseguir lo que quería.
Me falta él entero, y daría lo que fuera porque estuviera aquí ahora mismo.



"Porque hay cosas que vale la pena esperar, pase lo que pase, te quiero."


Y es que, digo yo, ¿a qué saben las estrellas si no es a su piel?

jueves, 1 de septiembre de 2011

His skin.

Que luego te bese en la punta de la nariz, mientras te acomodas en su pecho y el juega con tu pelo.
Eso es gloria.
Y que te diga que el tiempo contigo no es oro, que ni si quiera se puede comprar con todo el dinero del mundo.
Y que, justo entonces, rompiendo el momento más mágico de toda la tarde y de toda una vida, te llame tu madre diciendo que subas a casa en seguida.
–En cinco minutos –le contestas, y le cuelgas justo antes de que pueda reprimirte algo.
Y que vuelvas a jugar con su pelo, que se te resbale entre los dedos.
Y que vuelvas a pedirle besos, miles de ellos, y sin rechistar te los regala, te coge por la cintura y te aprieta fuerte contra él mismo.
Y que te des cuenta de que te quedan sólo dos minutos, así que se lo dices.
–Pues aprovechémoslos juntos –y, acabando la frase, que te vuelva a dejar muda, aislada del resto del mundo con el mejor de los vicios, que es su piel. 
Licencia Creative Commons
Este obra de Ana Gracia Martínez está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.