martes, 22 de mayo de 2012

Like any other post.

El olor.
El mejor sentido de todos sin duda alguna. El sentido capaz de hacerte viajar en el tiempo y recordar viejos momentos, el sentido capaz de hacerte olvidar cómo es algo para éste desde su última vez hasta que vuelves a olerlo.
A mí, personalmente, me fascina el olor de lo nuevo. Ver un libro nuevo en mi estantería me hace hojearla rápidamente cerca de mi nariz, y oler a árbol tintado mientras oigo las hojas pasar una por una (“trrrrrrr”), rápidamente.
Pero su olor es algo alucinante; indescriptible y de otro mundo. Te deja sin aliento en cuanto entra a la garganta y lo saboreas también. Hace mucho que no lo huelo, hace mucho tiempo que llevo sin su olor pegado a mi piel. Ese olor extraño a chicle mezclado con perfume y con champú. Ese olor extraño a ese chicle mezclado con ese perfume y con ese champú.
Lo echo de menos. ¿A ese olor? , qué va. A quien echo de menos es a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra de Ana Gracia Martínez está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.