Que esa sonrisa que pone justo antes de besarme y justo después, me da la vida.

Que esas llamadas antes de acostarnos hacen que por la noche me vaya a la cama con la sonrisa más tonta del mundo, que parezco gilipollas un poco tonta, o quizás un poco de más.
Que esos ojitos que me pone para que le de un beso, me roban el alma.
Que cualquier frase que me diga me haga plantearme lo de que la perfección es imposible, porque él es real.
Pero ante todo, sé que nos amamos más de lo que dos personas pueden amarse en este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario