–Te echo de menos –le dije.
–Tranquila, sólo quedan dos semanas.
El tiempo se
paró en ese mismo instante. Dos semanas. Dos
semanas. Eso ya no es nada para el tiempo que he pasado aquí. Llevo
nueve meses deseando que llegue este momento, que llegue el día siete de junio
y vaya a la fiesta con el vestido más bonito del mundo y que seguidamente
llegue el dieciséis y esté en Gatwick facturando una maleta enorme. He soñado
con todo lo que podía soñar: he soñado con que todo iba bien, he soñado con que
mi avión se estrellaba, he soñado con que ya estaba allí, en Albacete; he
llegado a soñar con que alguien me mataba y no os volvía a ver. Pero aunque
haya soñado con todas esas cosas, eran solo pesadillas por la noche mientras
dormía en una cama que no era la mía. Muchas mañanas me he despertado con
lágrimas en los ojos porque no encontraba a nadie a mi lado o a mi madre en la
cocina, o un vaso de leche de desayuno. Demasiadas veces. Pero esto está
acabando, no me imaginaba que sería todo tan deprisa. Pensé que nueve meses
tardaban más en pasar, pero no. Mi estancia aquí ha sido como una canción:
rápida, dejando mucho que desear, con altibajos y con muchas cosas que
recordar. Muchas. Demasiado buenas como para olvidarlas.
He echado de
menos a mucha gente, muchas cosas, muchas emociones; pero he aprendido también loads of new things que siempre
recordaré y llevaré dentro de mí. Tendría que darle las gracias a varias
personas por todo eso, mas a la más importante ya todos la conocéis…
Es una chica que llegó un tanto tarde al colegio, ojos verdes y delgadita (EJEM EJEM) que durante una gran clase de TOK no dejaba de mirarme a los ojos, hasta que al final dijo: "Oye... tú eres española, ¿no?"
¿Española yo? ¡Qué va! Me dieron ganas de decirle "Whaaaaat?" con acento de yoquésédónde, pero no lo hice, vaya qué raro en mí.
Y pasaron los días, y las semanas y los meses, y tenía a la lapa de Luz pegadita a mí. TODO EL RATO.
"Complementarias"
Y aunque a veces se pusiera un tanto pesada ahí estábamos las dos día sí día también (EJEM EJEM), teniéndonos la una a la otra, COMO DEBE DE SER.
No tengo mucho más que decir, solo que...
Voy a echarte de menos, Gusiluz, no te imaginas cuanto. Aunque, esperemos que lo más probable sea que el año que viene sólo tengamos tiempo de estudiar y de quedar la una con la otra, de "chilli" o de "chill out", como tú y yo solemos decir.
Estás loca.
Pero te quiero (poco). Nah, qué va, te quiero lo suficiente como para comprarte por dos vacas y tres camellos. Eres perfecta tal y como eres, no cambies y deja de ser tan pija (L).