miércoles, 30 de marzo de 2011

Farewell (I)


-Para –dijo.
-¿Qué pasa? –él le miró con cara de extrañado, apartándose lentamente de sus labios dejándole hablar, y viendo que pasados varios segundos ella seguía sin abrir la boca, tomó él la iniciativa, las preguntas– ¿Qué te pasa, cariño? ¿Hay algo malo en esto?
-No lo sé, quizás no es esto lo que quiero –dijo ella, sabiendo de sobra que estaba haciendo lo que a él más le molestaba: mentir.
-¿Cómo que “no es esto lo que quieres”? ¿Hablas de darnos un tiempo o algo por el estilo? –ambos seguían serios, él apartándose cada vez más de su cara y ella con menos fuerzas para contener las lágrimas.
-No es eso…
-Sí –empezó a enfadarse–. Sí es eso lo que quieres, lo acabas de decir, Lú –le llamaba así porque le quería, porque estaba furioso y porque más chulo que él no era nadie, y a ella no le quedó otra que echarse a llorar, que meter la cabeza entre las manos y consolarse a sí misma, sabiendo que él no lo iba a hacer ni de coña.
-Las despedidas nunca fueron lo mío… –susurró, y fue tan flojo que ni se oyó a sí misma.
-Deja claro lo que quieres, Luna –ya no estaba furioso, sólo quería saber lo que ella quería de verdad, tener perfectamente descrito todo.
-¿Te dejo las cosas claras? –dijo aún llorando– Vete, no quiero saber de ti, porque no te quiero –y enfatizó el “te quiero” en lugar del “no”.
-De acuerdo –dijo tras unos segundos, le dio un beso en la mejilla–, que te vaya todo bien.
  Se fue sin dar un portazo, porque eso no había sido una riña. Simplemente cerró suavemente la puerta de su habitación y salió por la puerta hasta la calle, encendiendo su iPod y poniendo la música a tope, para no pensar, para no oír ni el ruido de la calle. Se dejó llevar por la música.
  Suelen decir que los chicos no lloran, pero no es verdad; él lo hizo. En su portal ya la echaba de menos.
-No me entiendes, no voy a estar aquí dentro de unos meses –chilló por la ventana, pensando que él la oía, sin darse cuenta de que andaba al compás de la música que oía.

2 comentarios:

  1. La duda me reconcome: ¿por qué no va a estar aquí dentro de unos meses? ¿Se va a vivir a otro sitio? ¿Tiene una enfermedad terminal?. ¡Quiero saberlo!

    ResponderEliminar
  2. sabes, a mí me llaman Luna?
    Y ODIO LAS DESPEDIDAS.

    ResponderEliminar

Licencia Creative Commons
Este obra de Ana Gracia Martínez está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.