miércoles, 18 de mayo de 2011

-Fucking- Anonymous.

¿Qué cara se te queda cuando algo a lo que le has puesto empeño y mucho tiempo recibe malas críticas anónimas? ¿Cómo te quedas cuando lees comentarios en los que no hay más que palabras malsonantes referidas a tu persona, insultos, y frases que simplemente dicen que no les gusta, a esos anónimos, lo que escribes? ¿Te lo digo?
Pues para nada va a ser la misma que cuando se reciben halagos, pero tampoco muy distinta a cuando no recibes nada. Es ese tipo de sensación de que todo te resbala, de que nada te importa y de que eres de plástico, impermeable a los anónimos que lo único que quieren es bajar tu moral sin darse a conocer, para que tú no puedas contraatacar por el otro costado. Pero, ¿sabéis qué? Que no han conseguido que mi autoestima se ponga en negativo, es más, obtienen que esté por los cielos.
Sólo quiero que sepáis que lo que se siembra, se recoge. Pero como no me habéis dado pistas para pillar quién cojones sois, pienso dejar el blog abierto a quien quiera comentar. No os voy a contestar nunca más con entradas, porque probablemente, como escribo tan mal y mis textos son una mierda, como vosotros decís, no los leeréis, pero eso no es lo que me preocupa.
No me preocupa tener que borrar millones de anónimos al día, sólo me reconcome algo; ¿qué os he hecho YO para merecer que me critiquen en anónimos EN MI PROPIA WEB? No pienso plantearme la pregunta dos veces, no es algo por lo que quiera centrar mi atención puesto que no la merecéis.
Y si no os gusta mi blog, ¿por qué os molestáis en leerlo, o en tan siquiera pinchar en él y comentar? ¿Y si no lo leéis, por qué comentáis diciendo que es una mierda?
Además, es irónico, porque la entrada de ayer iba para una amiga en especial, y creo que expresaba muy bien cómo se siente la gente que está a vuestro al rededor; frustrada. Y lo veo normal, porque tal y como escribisteis y la forma en la que queríais hacer daño, me parece repugnante.
Para quien no se haya enterado, porque los comentarios, obviamente, han sido borrados (puesto que no voy a permitir que se queden para la posteridad), dos anónimos muy graciosillos me comentaron en la entrada anterior (http://trustinanage.blogspot.com/2011/05/thinking.html), exactamente estas palabras. Literales:
"Menuda puta mierda chavala... pa eso no escribas, anda."
"gorda"
Son anónimos, como ya he dicho. Y no les voy a dar más importancia, puesto que ellos son los que van a hincar en diente pero no van a conseguir hacerlo. ¿Por qué? Porque si son envidiosos, allá ellos. Si me han comentado, es para hacerme daño, y sólo se pretende hacer daño a las personas a las que quisieras quitarles algo de lo que tienen; envidia.
Cobardía, así es como le llaman las personas de a pie, y como lo llamo yo, obviamente. No dar la cara cuando vienen las dificultades.
  Siento haber hecho una entrada así, sé que ni se merecen una entrada entera, pero necesitaba desahogarme, quedarme tranquila y volver a mi vida, y decirles que yo, voy a seguir igual de contenta que siempre. No me vais a quitar las ganas de escribir, ¡y ni se os ocurra pensar que me quitaréis quizás las de vivir!

4 comentarios:

  1. Toma ya Anagéinch, ah, y para los anónimos esos tan guays, que tengan cojones a dar la cara que les pego xDDD
    Soul.

    ResponderEliminar
  2. me encanta anagé :)
    Marietta

    ResponderEliminar
  3. Nadie te puede herir con palabras, a no ser que tú se lo permitas.

    ResponderEliminar
  4. Es una pena que haya gente así en el mundo. Piensan que con sus palabras hieren a otros, y es posible que los hieran un poquito, y que consigan que se sientan mal durante un minuto. Pero los que lo sufren de verdad son los que cobardemente lanzan esos "dardos", porque su cobardía, su envidia y su rencor los llevan siempre encima, no se les despega, y los sufren constantemente. ¡Pobres!

    ResponderEliminar

Licencia Creative Commons
Este obra de Ana Gracia Martínez está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.