3:00 am: Salida de AB “deprisa y corriendo” tras despedir a
F.
3:05 am: Ya en la carretera, me cuesta pensar que vuelvo a
Torquay. Dejo tanto aquí pendiente, en España, que a la mínima echo a llorar. A
la derecha de la carretera veo un bar/pub de ambiente con demasiadas luces de
neón, y entonces pienso en lo rota que tiene que estar por dentro la gente que
frecuenta ese tipo de locales.
5:24 am: Llegada a Barajas. Mas frío que nunca o tanto como
siempre, ya me cuesta recordar la última vez que vine aquí de madrugada, hace
cuatro meses, además exactos. Entro corriendo, sin soltar el bolso y miedosa.
“Esto cuesta más de lo que pensaba” pienso, y recuerdo la cara de mi madre en
la puerta de casa, mientras mi padre le daba al botón del menos uno para bajar
al garaje. Eso ha sido lo peor del viaje, tener que verla así. Si por mí fuera
(aunque lo es en gran parte), me quedaba todo enero con ella. “A ella sí que le
tiene que estar costando”.
5:45 am: Paso por el control de seguridad tras despedirme de
mi padre y llorar más aún.
6:00 am: Después de deambular un poco por el aeropuerto y
pensar en varias cosas, llego a la puerta de embarque, saco los cascos que F me
había regalado varios días atrás y pongo música con el propósito de animarme.
No lo hace, y la gente me mira cada vez peor. Veo una llamada perdida de papá,
hablo con él sobre dinero y vuelvo a echarme a llorar. Le envío otro SMS a F. Vuelvo a echarme a llorar.
6:27 am: Parece que todo el mundo piensa entrar ya al avión,
y eso me enerva porque me han alarmado para nada. La puerta no está
abierta todavía. Me calmo un poco, pasaporte y tarjeta de embarque en mano y
“Rape me – Nirvana” sonando en mi nuevo iPod. La gente sigue mirándome raro,
¿tan difícil es comprender que dejar tu hogar no es fácil? Vuelvo a echarme a
llorar.
6:50 am: ¡Por fin! Embarcamos. “No sé por qué he pensado que
eso era hasta algo bueno…”
8:40 am (hora Londres): Llegamos a Heathrow, y mi maleta no
sale hasta una hora después; “¡maldita!”. Ya no lloro, pero en mi cara se ve el
perfecto cansancio de cuatro días de llantos y malos sueños. Hablando de
sueños, he conseguido dormir un poco en el avión.
10:24 am (hora Londres): Llego a Paddington vía “Heathrow
Express”, me siento frente a un monitor de salidas y me pongo música. Una chica
iraní se sienta a mi lado y me pregunta cómo ir a Bath, tengo poca idea, así
que la mando a información. Vuelvo a ponerme los cascos.
“Face
the truth and try to swallow”
Es lo primero que oigo, y me vuelven a venir las lágrimas a
los ojos, pero las contengo e intento ser fuerte y afrontar
la verdad e intentar tragar.
10:29 am (hora Londres): Mi tren
no sale hasta dentro de cuatro horas. ¿En serio? ¿Otra vez “Rape me – Nirvana”
en mi iPod? ♥
10:40 am
(hora Londres): Carmen, una chica de mi colegio se me acerca, me convence para
sacar los billetes y en una hora y poco estamos en el tren vuelta a Torquay. Al
fin consigue calmarme, y me encuentro con más suerte de la que empecé este viaje.
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