domingo, 1 de mayo de 2011

Broken.

-Defínelo todo, cómo es, cómo lo sientes, cómo estás -dijo su padre, esperando a que respondiera.
  Y estuvo esperando más de unos simples minutos. No hablaba, ni iba a hacerlo según hubo dicho mucho antes. Lo veía normal. Después de todo lo que le había pasado, era difícil que abriese la boca. Ella necesitaba pensárselo mucho, mucho más delo que cualquier otra persona hubiera necesitado.
  Últimamente había salido de una relación en la que se veía bien antes de terminarla. Eso fue el desencadenante de todo lo demás. Noches sin dormir, y cuando las dormía, era para tener espantosas pesadillas; días enteros llorando, pensando en cómo podía haber acabado todo así; ni una llamada a sus amigos, ellos no sabían ni pío de ella, de su vida; en definitiva: estaba sola, a su manera.
  En su diario, no se veían más que letras inteligibles, borradas a base de lágrimas y lágrimas. En su escritorio no había nada, salvo un taco de post-its y sus altavoces con el iPod, puesto en una lista de reproducción triste. Su cuarto, vacío de fotos, de todas esas que antes tenía; vacío de aquellos cuadernos en los que solía escribir, vacío casi de vida.
  Ella ya no podía más, y menos su padre al verla así. Su madre había muerto hacía poco en un accidente de coche. A partir de entonces empezó a cambiar. Se volvió de una niña pija y repelente a una chica antisocial, tímida y siempre triste, sin tema de conversación alguno. Él ya no sabía qué hacer, puesto que ella no estaba por la labor de aceptar cualquier cosa de su padre, salvo órdenes. Se había vuelto más obediente, mucho más de lo que nunca lo había sido. Las tardes las pasaba en el despacho haciendo ejercicios, estudiando sin parar. No salía ni los viernes ni los sábados. Se limitaba a salir de casa para ir a clase, sólo para eso.
  A los dos días, la chica se decidió a hablar. No hizo falta más que una palabra para responder a lo que le había dicho su padre. Ella lo abrazó, comenzó a llorar sobre su hombro sin explicación alguna, y entre sollozos, le dijo a su padre:
-Roto.

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