martes, 22 de febrero de 2011

Sadness

Lo preveías. Sabías que todo lo que sube baja. Que por muchas rectas, o por muchas bajadas con subidas mayores que hubiese últimamente ibas a acabar cayendo en picado.
Te temías lo peor, y todo ese "peor" ha venido, y ha superado tus expectativas con creces. Has descendido más de lo que creías que podías descender, estás rozando el cero absoluto; la mínima. Estás tan bajo que aunque lo compares con otras veces lo ves infinitamente más doloroso, quizás sea porque no recuerdes bien las otras veces, porque esta es el presente y se vive mucho más. Te muerdes el labio, te lo destrozas, te duelen los ojos de tanto llorar y lo mejor de todo es que no sabes por qué lo estás haciendo. Te sale de dentro, y no hay ningún motivo.
Tampoco hay posibles hechos que lo contrarresten, porque por muy buenos que sean te toca estar así, nada lo va a cambiar. Sabes que tienes por delante unos dos o tres días, quizás uno sólo con mucha suerte. Y rezas por que sea así; ojalá y sea así, sólo un día. Y lo mejor de todo es que tienes que enfrentarte a la realidad, tienes que aparentar perfectamente contento y sin preocupaciones. Tienes que poner toda tu concentración en varias cosas a la vez, y no puedes.
Así que pones la más falsa de tus sonrisas, te limitas a decir que todo va bien y a asentir con la cabeza mientras tus ojos se paran en otras cosas, se fijan en el exterior, en todo lo que te rodea.
No quieres poner a los tuyos tristes, no los quieres preocupar, así que te limitas a hacer esto, día tras día hasta que se te pase, hasta que te vuelvan esas ganas locas de salir a la calle y comerte el mundo de un bocado.

1 comentario:

Licencia Creative Commons
Este obra de Ana Gracia Martínez está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.